El cerebelo es una zona del encéfalo cuyo empleo principal es de formar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe un gran conjunto de haces nerviosos que enlazan el cerebelo con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. Constituye toda la información recibida para precisar e intervenir las disposiciones que la corteza cerebral envía al aparato locomotor por medio de las vías motoras. Es el ordenador del temblor fisiológico.
El cerebelo es una zona del encéfalo cuyo empleo principal es de formar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe un gran conjunto de haces nerviosos que enlazan el cerebelo con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. Constituye toda la información recibida para precisar e intervenir las disposiciones que la corteza cerebral envía al aparato locomotor por medio de las vías motoras. Es el ordenador del temblor fisiológico.
Es importante saber que las lesiones a nivel del cerebelo no suelen producir parálisis del cerebro, pero sí desórdenes vinculados con la realización de movimientos exactos, como el mantenimiento del equilibrio, la apariencia y aprendizaje motor. Los primeros estudios efectuados por fisiólogos en el siglo XVIII mostraron que aquellos pacientes con daño cerebelar exponían problemas de combinación motora y movimiento. Durante el siglo XIX iniciaron los primeros ensayos funcionales, produciendo lesiones o ablaciones cerebelares en animales.
Asimismo, se cree que los fisiólogos observaban que tales lesiones creaban movimientos extraños, descoordinación y debilidad muscular. Estas investigaciones y estudios arrojaron el descubrimiento de que el cerebelo era un órgano encargado del registro de la motricidad. Sin embargo, las investigaciones actuales han mostrado que el cerebelo tiene un papel más extenso, estando así relacionado con algunas funciones cognitivas como la atención y el procesamiento del lenguaje, la música, el aprendizaje y otros estímulos sensoriales transitorios.
Un dato importante en este tema es que el cerebelo humano es unas de las estructuras cerebrales con mayor extensión que forma parte del sistema nervioso. Además, también representa alrededor del 10% del peso encefálico y puede contener aproximadamente más de la mitad de neuronas del cerebro.
El cerebelo, al igual que el cerebro, se localiza cubierto en toda su amplificación externa por una corteza o córtex cerebeloso que se halla altamente plegado. Con respecto a la organización externa, existen otras clasificaciones en cuanto a su morfología, funciones y comienzo filogenético. De forma general, el cerebelo se fracciona en dos porciones principales.
En la línea media se localiza el vermis que lo fragmenta y conecta los dos lóbulos laterales, o hemisferios cerebelosos (derecho e izquierdo). Además, las extensiones laterales del vermis a su vez se fragmentan en 10 lóbulos numerados del I al X, siendo el más superior. Estos lóbulos pueden agruparse en:
- Lóbulo anterior: lóbulos I-V.
- Lóbulo posterior superior: VI-VII
- Lóbulo posterior inferior: VIII-IX
- Lóbulo floculonodular: X
Investigaciones Acerca del Cerebelo
Investigadores como Timmann y algunos otros colaboradores hallaron en sus investigaciones que el vermis conservaba vínculos con el sistema límbico, incluyendo la amígdala y el hipocampo, lo cual revelaría su relación con el miedo. Esto concuerda con los descubrimientos planteados unos años atrás por Snyder y Maiti, los cuales manifestaron la relación del cerebelo con el circuito de Papez.
Asimismo, se ha visto que los estudios en humanos y animales suministran evidencia de que el cerebelo ayuda al aprendizaje asociativo emocional. El vermis favorece a los aspectos autonómicos y somáticos del miedo, mientras que los hemisferios postero-laterales pueden desempeñar un papel en el contenido emocional.
Ahora bien, debido a sus conexiones, el cerebelo puede participar en los perímetros neuronales que tienen fisiológicos han explicado vínculos mutuos entre el cerebelo y el hipotálamo; el tálamo, sistema reticular, sistema límbico y áreas de asociación neocorticales.