La cohesión social refiere en sociología, el nivel de consenso de los integrantes de un grupo social o el sentido de pertenencia a una causa o interés común. Es una forma de cohabitar, distribuir recursos, valores e interpretar las diferencias que existen en una sociedad; el término proyecta la figura de una comunidad equilibrada, con unión suficiente para evitar los conflictos y la división; lo ideal respecto a los problemas sociales de ciudades modernas, como la exclusión, la pobreza y la violencia.
La percepción de la cohesión social, tiene que ver con el bienestar basado en la igualdad de oportunidades, con la acepción de pertenecer a un grupo social y con la solidaridad. La unión social, es básicamente una noción alusiva muy proporcional, pero a su vez ingeniosa, tolerante y comprensiva, una imagen de sociedades agrupadas alrededor de un plan en común. Es una medición de la interacción social dentro del conjunto y puede ser medida con un sondeo de registros o simplemente detallada o definida para cada caso. Lo que realmente atenta contra la unión es la anomia, o sea la conducta no basada en normas; realmente la cohesión social es una definición difícil de precisar, que no debe darse por establecida, ya que se refiere a las contradicciones concernientes a la condición del ser humano y al mercantilismo:
- En cuanto a la condición humana: por un lado los individuos anhelan formar parte de algo, pero también son únicos y diferentes. Buscan ser tratados como iguales pero a la vez, aprecian la diversidad.
- Con respecto a la contradicción inherente a la modernización mercantilista: los avances y la invención, son los primeros motores del capitalismo, pero las personas también buscan el sentido de pertenencia, anhelan vivir con dignidad y sintiéndose seguras. Por tal motivo, existen continuamente tensiones entre la estabilidad y la evolución, incertidumbres que los individuos, las comunidades y las ciudades se ven obligadas a pactar.
El nivel de cohesión social, es un resultado de factores históricos y geográficos; de igual forma es influido por políticas públicas, las que laboran para mejorar el acceso a los derechos y asistencia sin distinciones, para acortar las distancias entre individuos, grupos y regiones, para otorgar igualdad de posibilidades y para favorecer a las poblaciones frágiles. La edificación de una cohesión social, obedece y a su vez condiciona, al espacio institucional en el cual funciona; de allí la significación de contar con organismos firmes, de calidad, legales, que respondan a estos desafíos ante los ciudadanos; que por consiguiente, forman parte de ese propósito común.
La cohesión social, consta de cuatro elementos esenciales: la parte emocional de los miembros, las correlaciones a nivel laboral, la unión entre los integrantes del grupo y las relaciones sociales. La aglutinación de cada una de esas piezas permite que se logre una auténtica comunicación y colaboración, puntos clave para el fomento del desarrollo social. Ahora bien, en América Latina y el Caribe, el significado de cohesión social surge ante la exigencia de encarar problemas persistentes, que a pesar de los avances alcanzados en los últimos años, aún existen: altos niveles de pobreza y estrecheces, la desigualdad que distingue al latino, múltiples formas de discriminación y de exclusión social que vienen de tiempos pasados.
Cabe destacar que, la falta de dominio sobre los factores de la exclusión puede ocasionar sentimientos de injusticia, arrebatos y peleas, así como conflictos de gobernabilidad. Numerosos grupos se han separado paulatinamente, actuando al margen de las instituciones y los mercados oficiales, éstos buscan abrigo en otros sitios, creando algunas veces auténticas regiones independientes, con territorios, leyes y sistemas de gobierno particulares. La cohesión social, suele mantener las ansias de comunidad frente a la globalización y transformaciones intensas, que muchos relacionan con una mayor división social y una carencia de lazos permanentes.