Cultura y el Hombre

Cultura y el Hombre

La cultura es el conjunto de formas de conductas y formas de pensar característicos de un grupo de individuos. Por ejemplo, cuando un bebé nace, el grupo le instruyen cómo comportarse de acuerdo a lo que se considere correcto y haya hábitos que cambien, lo fundamental de esta manera de comprender el mundo se mantiene indeleble. Así que, la cultura es un patrimonio que el hombre recibe y conserva a lo largo de su vida aunque se incorporen cambios parciales.

Es característico de la naturaleza o propio del hombre la creación cultural, al tiempo que la acción creadora de la cultura se conduce al perfeccionamiento del hombre en a su inteligencia o sensibilidad, también, de su marco natural.

De esta manera, gracias a la cultura el hombre optimiza la naturaleza externa y a sí mismo. Si la cultura propiciase el exterminio de la naturaleza, por tanto, no serviría realmente a los intereses humanos. En tal sentido, la cultura debe ser continuidad de la naturaleza, es decir, debe perfeccionarse, de forma que se adecue a la manera de ser y a las necesidades del hombre.

Por lo general, cuando se habla de cultura se piensa en gente culta y muy educada, que poseen muchos conocimientos, que asiste a las exposiciones de pintura o va a conciertos. Evidentemente, estas personas son cultas. Pero si únicamente ellas lo fueran, la cultura perjudicaría a una pequeña parte de la población; y sin duda esto no es así. Todos poseen cultura, porque esta idea comprende mucho más que esas muestras de distinción. La cultura va más allá, es todo lo que el hombre realiza, piensa o dice.

El significado de la cultura, relacionada a la formación humana, posee sus antecedentes en Grecia y Roma, esto es, a lo que los griegos denominaban Paideia y los romanos de tiempos de Varrón y de Cicerón, Humanitas, a la educación deado a las buenas artes (elocuencia, poesía, filosofía). En este sentido, la cultura significaba para los griegos la búsqueda y la ejecución que el hombre hace de sí, es decir, de la real naturaleza humana, recalcándose dos caracteres constitutivos:

  • La estrecha vinculación con la filosofía.
  • La estrecha relación con la vida en comunidad.

Por otra parte, los elementos que constituyen cada cultura son las formas de vida, esto es, la manera en que una sociedad garantiza su subsistencia y se ajusta al medio físico; la estructura social, es decir, cómo se establece la sociedad tomando en cuenta los vínculos que mantienen sus miembros entre sí (parentesco, clases sociales, vecindad, sexo, edad); los valores, las creencias, las reglas y los principios aceptados por la sociedad la cual considere que está bien y que está mal; la organización política, esto es, el gobierno, autoridades o leyes; y la religión, la lengua y el arte.

Si bien, las culturas cambian. Estos cambios pueden generarse por la paulatina aparición y aprobación de nuevas costumbres. Habitualmente, la mayor parte de los cambios son la consecuencia del contacto con poblaciones que tienen rasgos distintos. Estos contactos tradicionalmente se ocasionaron como resultado de las conquistas o guerras, pero además por rutas pacíficas como el comercio. No todo se traslada de un grupo a otro sin problemas. Es factible que se transmitan nuevas metodologías para producir alimentos. Pero no será tan fácil que se adopte una nueva religión.

 

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