El término diseño inteligente se refiere al planteamiento denominado pseudocientífica por aquellos que defienden el naturalismo metodológico, debido a que el diseño inteligente plantea que, algunas particularidades del universo y de los seres vivos se expresan mejor por una causa inteligente, no precisamente por un proceso a ciegas, tal como la selección natural procediendo en las transiciones genéticas de las especies mediante el tiempo.
Los defensores de las opiniones del diseño inteligente argumenta que, las características del universo, del planeta y de la vida únicamente pueden explicarse sabiendo que todo ello ha sido constituido de forma dirigida por un ser de inteligencia superior. Si bien, el mundo académico y científico no consideran estos argumentos como una verdadera teoría científica.
La teoría de la selección natural formulada por Charles Darwin, ya hace más de siglo y medio, describe muy explícitamente y, de modo sencillo, la evolución de los seres vivos a través de variaciones genéticas aleatorias que no necesitan ningún componente dirigido de forma voluntaria.
Tampoco, la teoría más considerablemente admitida sobre el origen y evolución del universo (el Big Bang) toma la existencia de un excelente diseñador, debido a que las leyes de la naturaleza revelan los análisis en amplios rasgos y, los complementos que todavía quedan por percibir se consideran restricciones de la teoría que se superarán de forma progresiva, aproximándose cada vez más a los fenómenos vistos.
Por estos motivos, y por su asociación con el creacionismo, ha llegado a expresar la Academia de Ciencias de EEUU que, el diseño inteligente no forma parte de la ciencia dado que sus indicios no pueden ser verificados por la investigación científica. Sin embargo, muchísimas encuestas manifiestan que este tipo de ideas tiene un respaldo muy importante en la sociedad norteamericana, si bien su búsqueda es menor en Europa.
Es complejo extraer expresiones teológicas de las opiniones que establece el diseño inteligente, ya que parece natural reconocer al gran diseñador (o diseñadores) con un dios (o dioses) supremo. En oposición, actualmente la ciencia ortodoxa se limita a describir los fenómenos de la naturaleza según el método científico e impide extraer conclusiones de tipo teológico y filosófico que, evidentemente, escapan de su negociado.
Si bien, lo que me resulta en este momento sorprendente, es que el diseño inteligente está transformándose actualmente en un contexto en manos del Sapiens ʜᴏmᴏ. Positivamente, se trata de otro diseño inteligente, pero el asunto es que las personas son capaces ahora de diseñar seres vivos, también, de sistemas y hábitats, que cumplen a una intención. Por ejemplo, desde el origen de la agricultura cerca de unos 10.000 años, el ser humano ha venido cambiando plantas y animales para lograr un resultado voluntario, perturbando así el componente de la selección natural.