Efecto Doppler



El efecto doppler, es el incremento o descenso de la continuidad en las ondulaciones sonoras, que se lleva a cabo por la interacción existente entre el factor que la emite y el individuo que la percibe cuando se aíslan una de la otra o se aproximan. Fue el Austriaco Christian Doppler quien describió este fenómeno físico, afirmando que el sonido varía si su ubicación se trasladaba hacia otro sitio, gracias al estudio que realizó sobre la difusión de las ondas acústicas y luminosas que ejecuto mediante el agua, el aire y el éter.

Efecto Doppler
En simples palabras, explica cómo viaja el sonido, tomando en cuenta la rapidez en la que se desplaza y la cercanía que tenga un individuo a este. Se calcula en primer lugar la frecuencia observada a partir de la emitida, en relación con la velocidad de las ondas, tomando en cuenta el medio, el receptor y la fuente.

El sonido se produce en el oído por un grupo de vibraciones que se extienden por un elemento elástico como el aire trasladándose en ondas de hasta 331,5 m/s, el cual puede variar teniendo en cuenta el entorno a través del cual realiza su viaje; este efecto no sólo es práctico en el campo de la sonoridad, sino también para otro tipo de ondulaciones, pero el ser humano suele distinguir con mayor facilidad el primer terreno.

El efecto doppler en el campo del sonido es beneficioso para localizar elementos que se ubican lejos del alcance visual, es aprovechado en casos donde es necesaria la localización de objetos que se encuentran hundidos en el mar y para precisar la dirección y rapidez de algún objetivo militar. Esta técnica también se emplea para determinar la longitud de la onda de la luz, mediante ella se han podido diagnosticar los movimientos efectuados en la galaxia y las estrellas, llegando a la conclusión de que el universo se halla en un procedimiento de agrandamiento y no de aproximación.

Por otra parte, ha sido de gran provecho en la medicina, específicamente en los estudios realizados mediante ultrasonidos, para la obtención de imágenes que muestran el aparato cardiovascular, facultando la observación del tamaño de las cavidades que se encuentran dentro del corazón, así como también de los vasos que lo componen, la presión y el flujo sanguíneo, siendo de esta manera una técnica de fácil utilización que determina diversos diagnósticos sin requerir a la utilización de otros medios circundantes. Esta metodología también es aplicada en el trabajo que efectúan los satélites, radares e investigaciones vinculadas con el universo.

En el caso de los radares, se efectúa la medición de la rapidez con la que se trasladan los objetos, emitiendo ondas que permiten calcular la frecuencia por ejemplo del movimiento de los automóviles. En astrofísica, se enfoca en la luz difundida por las estrellas, a través de esto se puede identificar la velocidad, distancia y la circulación en que ellas se aproximan o separan del sistema solar, además hace factible la determinación de la prontitud con que el universo se extiende.

Un caso curioso de este método, es que también es empleado por los murciélagos, con el fin de medir tanto su velocidad particular como la de sus presas, de igual forma les ayuda a identificar la longitud en la que se ubican de las obstrucciones, por ejemplo una pared, en este caso particular emiten un doble efecto doppler, para causar un incremento en la frecuencia de la señal.