Esquizofrenia



La esquizofrenia es un trastorno cerebral desafiante que a menudo dificulta la distinción entre lo real y lo irreal, pensar con claridad, controlar las emociones, relacionarse con los demás y funcionar normalmente. Afecta el comportamiento de una persona, como piensa y ve el mundo. La forma más común es la esquizofrenia paranoide, o esquizofrenia y paranoia, como a menudo se le llama. La causa exacta de éste trastorno es desconocido, se cree que tiene con la combinación de factores ambientales y genéticos, además de alteraciones químicas de sustancias producidas por el cerebro.

Esquizofrenia

Qué es la esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave, que afecta a la persona en su forma de actuar, pensar, expresar sus emociones, en cómo se relaciona con los demás y percibe la realidad. A pesar de, que esta enfermedad no es tan común como otras enfermedades mentales, resulta ser la más crónica y la que más inhabilita a quien la padece.

Las personas con esquizofrenia síntomas iniciales, a menudo tienen problemas para desenvolverse con normalidad en la sociedad, en el trabajo, en la escuela y en las relaciones. Pueden sentirse atraídos, asustados. Además, puede parecer que han perdido el contacto con la realidad. A pesar de que la cura de la esquizofrenia no existe, esta enfermedad se puede controlar con el tratamiento adecuado.

La gravedad de la esquizofrenia no se presenta igual en todas las personas que la sufren. Algunas personas tienen solo un episodio psicótico, mientras que otras tienen muchos episodios durante toda la vida pero llevan vidas relativamente normales en el medio. Los síntomas de la esquizofrenia parecen empeorar y mejorar en los ciclos conocidos como recaídas y remisiones.

Según la OMS, en todo el mundo, la esquizofrenia se asocia a una considerable discapacidad, que puede afectar el desempeño laboral y educativo. Los esquizofrenicos tienen entre 2 y 3 veces más posibilidad de morir a una edad temprana que el resto de la población. Generalmente debido a enfermedades físicas, metabólicas, infecciosas y cardiovasculares

Historia de la esquizofrenia

En la mitología griega y las epopeyas de Homero, la locura se considera de manera similar como un castigo de Dios o de los dioses, y en realidad no es hasta la época del médico griego Hipócrates (460-377 a. C.) que la enfermedad mental se convirtió por primera vez en una enfermedad, objeto de especulación científica.

Hipócrates pensó que la locura resultaba de un desequilibrio de cuatro humores corporales y que se podía curar reequilibrando estos humores con tratamientos, tales como dietas especiales, purgantes y derramamientos de sangre. Para los lectores modernos, las ideas de Hipócrates pueden parecer exageradas, tal vez incluso en el lado peligroso de lo excéntrico, pero en el siglo IV a. C. representaron un avance significativo en la idea de la enfermedad mental como un castigo de Dios.

A partir del siglo XV, los avances científicos como los del astrónomo Galileo (1564-1642) y el anatomista Vesalio (1514-1584) comenzaron a desafiar la autoridad de la Iglesia, el centro de atención y estudio se desplazó gradualmente de Dios al hombre, desde los cielos hasta la tierra. Desafortunadamente, esto no se tradujo inmediatamente en mejores tratamientos, y las teorías humorales de Hipócrates persistieron hasta el siglo XVIII.

Sigmund Freud fundador del psicoanálisis, tiene una gran influencia en la psiquiatría del siglo XX. Como resultado de su influencia, en la segunda mitad del siglo XX, la mayoría de los psiquiatras en los EE. UU. (Aunque no en el Reino Unido) creían que la esquizofrenia era el resultado de conflictos inconscientes que se originan en la infancia.

En la actualidad, quienes padecen esquizofrenia tienen una mejor oportunidad que en cualquier otro momento en la historia de llevar una vida normal. Y gracias al rápido ritmo de la investigación médica en curso, un buen resultado es cada vez más probable.

Tipos de esquizofrenia

Esquizofrenia Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esquizofrenia es un trastorno mental que afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo. Su principal característica es la distorsión del pensamiento, emociones, lenguaje, percepciones, conciencia y la conducta

Gracias a los tipos de esquizofrenia ha sido posible determinar, durante mucho tiempo, la salud mental de las personas que presentan los síntomas muy a pesar de que no es sencillo distinguirlos o reconocerlos.

Paranoide:

Siendo este tipo el más frecuente, estos pacientes presentan ideas delirantes de persecución o actos de perjuicio de otros hacia su persona. La paranoide no presenta fallos en la capacidad del habla o motora del paciente. Por otra parte, es frecuente que presenten alucinaciones auditivas, además de delirios de grandeza y es común que aparezcan personas megalómanas (fantasías delirantes de poder, omnipotencia, narcisista).

Desorganizada:

También conocida como hebefrénica, en ella es muy común las alteraciones en las emociones. Se caracteriza por manifestaciones que reciben el nombre de incongruencia emocional en las que, por ejemplo, el paciente puede adoptar una postura totalmente rígida de repente. Esta enfermedad es expresada de acuerdo al modo como suceden las acciones del paciente. Es decir las acciones van apareciendo de una manera desorganizada en comparación con el resto de los tipos.

Catatónica:

Este tipo de trastorno presenta alteraciones motoras, intranquilidad con crisis de agitación acompañado de movimientos repetitivos e inmovilidad persistente. Por lo general las alteraciones patológicas no suelen ser las mismas, aunque las más comunes son la movilidad y rigidez cérea, manteniendo los músculos inmóviles y rígidos como una figura de cera, de allí su nombre. También presentan incapacidad para hablar y toman posturas extrañas tanto sentados como de pie.

Durante la catatonia, también pueden aparecer alteraciones en la conciencia, además del mudismo, mirada fija, el estupor, alternados con síntomas de la agitación. Cabe destacar que este tipo de paciente puede presentar mucha variabilidad y no presentan todos los síntomas a la vez. Suelen tener buenas respuestas a los tratamientos.

Indiferenciada:

Esta se presenta cuando no reúne ninguno de los criterios del resto de los tipos o por el contrario reúne varios de ellos y por esta razón es llamado indiferenciada.

Residual:

Esta categoría se ha utilizado como un tipo de esquizofrenia que ocurre cuando se produjo un brote de la enfermedad en el pasado, pero en el presente los síntomas positivos son muy moderados y leves, mientras que lo más sorprendente son los “restos”, es decir, los síntomas negativos que permanecieron. Para comprender este tipo de esquizofrenia, es muy importante tener en cuenta el factor tiempo y hacer comparaciones entre el antes y después.

Simple:

El paciente muestra frialdad emocional, parece incapaz de expresar sus sentimientos, muestra una falta de interés en los demás, se deleita en la soledad. Al mismo tiempo, tiene comportamientos extraños, creencias extrañas y percibe cosas inusuales.

Causas de la esquizofrenia

La esquizofrenia aparece en el individuo como el resultado de un conjunto de factores que lo preparan en menor o mayor medida para el desarrollo de la enfermedad. En la actualidad algunos científicos apoyan sus teorías en que puede existir una perturbación del sistema nervioso central, desde la vida prenatal del paciente y por esta razón el comportamiento anómalo posterior.

Existen dos sustancias químicas que son producidas por el cerebro de una manera natural, ellas son el glutamato y la dopamina, éstos pueden intervenir en la aparición de la esquizofrenia.

Estudios realizados con imágenes muestran la diferencia del sistema nervioso central y el cerebro de una persona con esquizofrenia, a pesar de ésto, los investigadores no están plenamente seguros de la importancia de estas diferencias o cambios, sólo indican que es una enfermedad mental.

Se estima que la combinación de la genética, la química del cerebro y el ambiente son factores que contribuyen en el desarrollo del trastorno.

Factores de riesgo

Esquizofrenia Los factores de riesgo que pueden estar implicados en la aparición de esta enfermedad son:

Predisposición genética: cuando la enfermedad está presente en los padres o familiares cercanos, como tíos, abuelos, primos, etc, es un factor que puede incrementar la posibilidad de la aparición en los hijos, por esta razón se puede decir que la esquizofrenia es hereditaria. Se ha demostrado una mayor prevalencia de la enfermedad en padres, hermanos o hijos de esquizofrénicos que en el resto de la población.

Alteración durante el embarazo o nacimiento: cuando se produce la falta de oxígeno en el feto durante el embarazo o en el parto, se produce la anoxia, que se trata de traumatismos e infecciones virales.

Alteraciones morfológicas, bioquímicas o funcionales en el cerebro: es fundamental el papel que juega en este factor el consumo de sustancias tóxicas y alcohol de una manera habitual, además de los ambientes estresantes. En este caso se ven involucradas las sustancias químicas producidas por el cerebro dopamina y serotonina. Estas intervienen en la comunicación entre las neuronas a nivel cerebral.

Factores sociales y familiares: estos factores aún no han sido aceptados de forma universal, pero siempre son catalogados como factores que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad o como detonantes de brotes.

Incumplimiento del tratamiento luego de diagnosticada la enfermedad: este factor causa un alto riesgo de recaídas.

Síntomas

Los psiquiatras distinguen dichos síntomas en positivos, que no se observan en personas sanas, y los síntomas negativos, que son un debilitamiento de las capacidades psicológicas normalmente presentes. A menudo, los dos tipos de síntomas coexisten. El predominio de uno u otro influirá en el curso de la enfermedad y la elección del tratamiento.

Cualquiera que sean los síntomas expresados, a los esquizofrénicos les resulta muy difícil llevar a cabo las tareas de la vida diaria. Su pensamiento no es claro, sus relaciones con los demás se vuelven difíciles, tienen dificultades para controlar sus emociones y tomar decisiones.

Síntomas positivos:

Los delirios pueden ocurrir puntualmente o estar presentes permanentemente. El delirio puede desarrollarse en torno a diferentes temas (persecución, megalomanía, misticismo, etc.) sin que haya necesariamente un vínculo entre las diversas ideas delirantes. El esquizofrénico cree en su delirio, es imposible razonar.

Las alucinaciones, es decir, percepciones sin objeto. Las más frecuentes son las alucinaciones acústico-verbales, escuchar voces. El sujeto también puede percibir sensaciones anormales en su cuerpo (alucinaciones sensoriales o cenestésicas), visiones (alucinaciones visuales, más raras, que deben hacer sospechar otro diagnóstico) u olores (aún allí, más raras y deben hacer eliminar una epilepsia si el síntoma está aislado)

Síntomas negativos.

La retirada (aislamiento social) es la más frecuente. El sujeto no busca contacto social e incluso puede huir de él (especialmente si presenta un engaño de persecución).

La opacidad emocional a menudo se nota fácilmente por quienes te rodean.

La persona expresa poco afecto y parece indiferente a los eventos con fuerte valencia emocional.

Falta de motivación: esto es a menudo un factor importante en la discapacidad. La esquizofrenia puede ir acompañada de una falta de energía, el deseo de iniciar una acción o llevarla a cabo hasta el final. Esto puede deberse a una enfermedad o los efectos de los tratamientos.

Falta de placer (anhedonia): la persona pierde el sabor de lo que antes lo hacía feliz.

Síntomas cognitivos:

La esquizofrenia puede causar diversos impedimentos cognitivos, es decir, la capacidad de pensar y organizarse. Ninguno de estos trastornos es específico de la enfermedad, y también pueden ser causados ​​por los efectos secundarios del tratamiento y otros factores de deterioro cognitivo, como la falta de deporte, la mala alimentación o el uso de drogas (tabaco, alcohol, etc).

La esquizofrenia infantil es prácticamente lo mismo que la esquizofrenia en los adultos, la diferencia radica en que se presenta a muy temprana edad y su efecto es mucho mayor en el comportamientos de los infantes. Su aparición a temprana edad implica un gran desafío para los especialistas, en lo que se refiere al diagnóstico, tratamiento y la educación, para lograr el desarrollo social y emocional del paciente.

Los síntomas de la esquizofrenia infantil puede ir de la mano con problemas de desarrollo como son:

  • Gateo atípico y tardío.
  • Retraso para comenzar a hablar.
  • Retraso al caminar.
  • Comportamientos motores anormales como agitar los brazos, o balancearse.

Diagnóstico.

Para iniciar el diagnóstico de la esquizofrenia es necesario descartar que existan otros trastornos mentales, además determinar que los síntomas no se deban al uso indiscriminado de medicamentos o sustancias, para que esto sea posible se debe proceder de la siguiente manera: Exploración física, se realiza para descartar otros factores que pueden causar los síntomas. Análisis y pruebas de detección, se pueden incluir pruebas y análisis para descartar el uso o consumo de drogas o alcohol, también se pueden incluir estudios a través de imágenes, como resonancias y tomografías computarizadas. Evaluación psiquiátrica, un médico profesional de la salud mental es el encargado de realizar todas las evaluaciones y observaciones del paciente, en lo que se refiere a su comportamiento y apariencia. Además de indagar en sobre sus estados de ánimo, alucinaciones, pensamientos y posibilidad de suicidios o violencia.

Tratamiento de la esquizofrenia.

Esquizofrenia El tratamiento para este tipo de trastorno es de por vida, incluso si los síntomas desaparecen. El tratamiento con terapia psicosocial sumado a medicamentos puede ayudar a controlar la enfermedad. En algunos casos, la hospitalización puede ser necesaria.

Por lo general, un psiquiatra experimentado en esquizofrenia guía el tratamiento. El equipo de tratamiento también puede incluir un psicólogo, un trabajador social, enfermeras psiquiátricas y posiblemente un administrador de casos para coordinar la atención. El enfoque de equipo completo puede estar disponible en clínicas con experiencia en el tratamiento de la esquizofrenia.

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno cerebral que afecta el pensamiento, los sentimientos y las emociones, así como las percepciones y comportamientos de las personas que la padecen. Sin embargo, todas estas funciones no se alteran al mismo tiempo y en la misma medida.

¿Cuáles son las causas de la esquizofrenia?

Según los investigadores, no se conocen las causas concretas que causan este trastorno, piensan que la combinación de la genética, la química del cerebro y el ambiente son los factores que contribuyen al desarrollo de la esquizofrenia.

¿Cómo es una persona que tiene esquizofrenia?

La persona con este trastorno mental se comporta de acuerdo al tipo de esquizofrenia que padece, en términos generales siente extremadamente sospechosa, con sentimientos de grandeza, con delirios de persecución, algunos incoherentes al hablar, sin ilusiones. En otros casos con movimientos repetitivos acompañados de crisis de agitación.

¿Cuáles son los tipos de esquizofrenia?

  • Esquizofrenia Paranoide.
  • Esquizofrenia Catatónica.
  • Esquizofrenia Desordenada o hebefrénica.
  • Esquizofrenia Indiferenciada.
  • Esquizofrenia Simple.
  • Esquizofrenia Residual.

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