La estética desde el ámbito musical, se ocupa del estudio de todo lo bello que expresa la música. Lo cual es determinado con base en cada contexto histórico-geográfico y sociocultural, asimismo por la armonía que concilia a la forma con la técnica mediante la manifestación y el tema de las obras musicales. Algunos entendidos introducen la estética musical en otras disciplinas como: la historia, la física y la psicología.
Indagando sobre el fundamento histórico de la estética musical, encontramos que el estudio más antiguo sobre el tema lo podemos hallar en el ensayo “De lo bello en la música” de 1854 escrito por Eduard Hanslick, el cual demuestra que así como la estética musical es una disciplina moderna, también omite la cantidad de siglos que merecen un análisis musical. Una traba que se puede eludir si se incluyen las apreciaciones que a lo largo de la evolución histórica musical siempre han sido la base de los distintos análisis sobre la belleza de la música. En las que se deben estimar varios aspectos como el origen natural de la misma, sus objetivos, sus reglas y límites, precisando la relación que puede tener con las demás ramas del arte tanto en lo común como en lo que la diferencia de ellas.
A través de la evolución histórica de la música, su belleza ha sido considerada como un arte esbelto nada peculiar o particular, una forma de expresión muy diferente de las otras ramas artísticas y también en un punto de la antigüedad, inferior a las demás, una actividad propia de esclavos. La historia de la belleza musical ha sido una historia aparte mientras en la Grecia antigua la poesía y la palabra fueron situadas en un grado superior al sonido musical.
La estética musical puede ser captada de forma sensorial, sin producir algún tipo de efecto en el intelecto, sin ser percibida por la inteligencia pero también, puede suscitar una reacción espiritual que es de donde surgen los estados emocionales en los cuales el intelecto no presta la atención esperada porque la reacción emocional llega mucho antes de que él pueda hacer la reflexión respectiva. A partir de esto, se distinguen tres tipos de estética musical:
- La estética hedonista (sólo halaga al oído).
- Estética espiritualista (belleza percibida espiritualmente).
- Estética intelectualista (apreciada por medio del intelecto).
El valor estético de las obras musicales y en sí de las experiencias musicales poseen cualidades que pueden tomarse como prototipos de carácter estético, entre ellas se mencionan las leyes de la armonía, las cuales definen de forma específica lo que es correcto en una pieza musical para que la misma sea considerada como bella. Esta valoración estética, también puede definirse por el subjetivismo presente en la belleza de las obras, debido a que la música como todo arte, es una tendencia que refleja la identidad tanto del autor como del receptor, los que terminan interactuando gracias a los aspectos personales de tipo emocional, lo cual permite descubrir la estética de la obra.
Principales Objetivos de la Estética Musical
- Estudio crítico de los sonidos y sus efectos.
- Definir las transformaciones que ha presentado la música a través del tiempo, ocuparse de la interpretación correcta de las obras y de la creación de reglas y normas que puedan aplicarse a otras obras que permitan la correcta comprensión de las estructuras de composición en sus diferentes estilos.
En este sentido, la estética musical intenta comprender la motivación del artista a través del estudio del proceso creativo empleado. Entre los elementos estéticos musicales se mencionan: el lirismo, la armonía, la hipnosis, la emotividad, la dinámica temporal, la resonancia y el timbre.