Las fundaciones son construcciones que tienen como única función, soportar en forma adecuada el peso de una estructura sobre el terreno y proveer estabilidad a la misma. Son en tal sentido, la base de apoyo de las edificaciones que tienen la capacidad de soportar el peso de la carga estructural a la profundidad que se requiera. El diseño de las fundaciones debe cumplir con los requisitos de estabilidad y resistencia, también con los requerimientos de fallas por debilidad.
El buen funcionamiento de cada fundación depende de las características del terreno que la sostiene. Sin embargo, cada terreno es categorizado como un elemento de estudio de ingeniería, por supuesto al ser totalmente diferentes a las cosas creadas por el hombre, es difícil definir con exactitud sus características y es por ello que se les debe trabajar de acuerdo a su naturaleza. De tal forma que, toda fundación está constituida por dos aspectos: la parte artificial conformada por la infraestructura o subestructura, que son una serie de estructuras hechas de concreto que equilibran el peso de la superestructura y el terreno en sí, que es la base universal.
El ingeniero de fundaciones, es el profesional encargado de asegurar que las mismas satisfagan los requerimientos de estabilidad, seguridad, utilidad y economía. Igualmente, debe diseñar la profundidad adecuada de la fundación de tal forma que, las fundaciones se mantengan dentro de los márgenes aceptables que proporcionan el factor de confiabilidad adecuado contra una falla estructural o del terreno que la sostiene. En este sentido, la función determinante de cualquier fundación ante una sacudida telúrica es proporcionar a la construcción, una base fuerte y capaz de comunicar al suelo los comportamientos que se originan por la influencia entre las vibraciones del suelo y la estructura, evitando que se originen fallas o cambios exagerados en el terreno. El buen funcionamiento de una fundación incide en la estabilidad de la estructura de una edificación.
La Fundación de una Construcción debe tener la Propiedad de:
- Transferir al suelo las cargas físicas-estáticas.
- Transferir al terreno las cargas dinámicas.
- Tener longitudes ajustadas a la cualidad de resistencia del terreno.
- No superar los márgenes aceptables.
- Evitar los asentamientos por sobreconsolidación.
- Evitar la licuefacción del terreno en caso de movimientos telúricos.
- Reducir los desplazamientos mecánicos, horizontales y verticales de las bases.
Los muros son los elementos encargados de sostener las cargas o de cerrar y de distribuir los espacios, su grosor es siempre menor que su tamaño, son las herramientas de construcción que más han evolucionado dentro de las estructuras. Los materiales aprovechados en la construcción primitiva de muros, fueron las piedras, los ladrillos de barro cocido y el hormigón. Más tarde, al descubrirse las diversas propiedades de los materiales y al rebajarse la altitud de los muros, se redujo su grosor, adaptándose al peso que debían soportar. En el caso de los muros interiores, cuya labor era la de distribuir o delimitar espacios sin tener una participación directa en el modelo físico estructural, se emplearon como simple instrumentos de distribución conocidos como muros divisorios o tabiques.
De igual manera ocurrió con la evolución de los muros exteriores, cuando se dejaron de emplear como muros de carga y pasaron a desempeñar la función de herramientas de cierre o de distribución, los redujeron de espesor, asimismo se comenzaron a elaborar de diferentes materiales, de formas diferentes y el aspecto de solidez fue más rígido. La utilización de muros como divisiones en los diseños de estructuras ha mejorado las delimitaciones, conexiones y distribuciones de los espacios y la variedad de formas de las plantas que conforman los edificios contemporáneos, donde cualquier muro presenta una base, más exactamente consta de un enrás o coronamiento.
Los muros se agrupan de distintas maneras pero esencialmente: por su función mecánica (de carga y divisorios), por el material que los constituyen (de bloque de mortero, piedra natural, hormigón, madera, mixtos, etc.), según su función aislante (exteriores e interiores), según su forma (rectos y curvos), muros de materiales diversos (celosía de piezas de barro cocido, de bloques de vidrio o compuestos), muros refractarios (soportan los cambios de temperaturas elevadas), etc.