La ignorancia de la ley tiene su principio del derecho romano y establece que el desconocimiento de las normas no es pretexto para su cumplimiento. Las normas jurídicas fueron creadas para ser cumplidas, un Estado tiene la obligación y la tarea de hacer públicas las leyes y deben ser proveedores de información para que las personas estén al tanto de lo que deben cumplir.
Si una ley no posee la capacidad para ser cumplida carece de eficacia, da lo mismo que exista a que no exista. Si esto ocurre en un país tiende a catalogarse como infractor de la constitución y demás normas. Las sociedades deben regirse por un Estado que esté conformado por un marco legal y jurídico de ser todo lo contrario, la sociedad estaría reinada por la anarquía absoluta.
Existe un mecanismo que está encargado de garantizar la obligatoriedad de la ley, los ciudadanos no pueden alegar que desconocen las normas para justificar su incumplimiento.
Para evitar la ignorancia de la ley es necesario que todas las personas tengan el deber de conocer las normas que establece un territorio, el legislador al difundirlas y publicarlas debe poner los medios de comunicación a disposición para dar a conocer la existencia de esa ley y si las personas no tienen clara la función y las sanciones, estas deben buscar asesoría para conocer con exactitud el fundamento de la norma. Ya con esto queda como voluntad del ciudadano el cumplimiento de la ley que fue establecido por las entidades jurídicas de una nación.
Las empresas son las más perjudicadas cuando aplican la ignorancia de la ley, el no cumplir con los requisitos en materia laboral puede generar grandes pérdidas, las sanciones siempre van hacer económicas, por lo tanto el capital de las compañías van a verse afectado. Los accidentes de trabajo desencadenan un suceso peligroso para la empresa, si un trabajador muere dentro de la jornada laboral el dueño de la fábrica puede ir a prisión o quedar pagando indemnización por los daños sufridos.
Para evitar estos eventos dramáticos es importante buscar asesores laborales que manejen con honestidad, integridad y habilidad la materia de seguridad e higiene para cuidar la integridad física, la identidad de la empresa y el capital.
