Interacción (Individuo y Organización)



La relación entre el individuo y la organización, es la base del crecimiento que de forma directa necesita del aporte de trabajo que ofrece la persona y de la contribución tecnológica; todo gira alrededor de la sociedad, ya que mediante la misma se orienta cualquier empresa, por los cambios que surgen de las nuevas tendencias que diariamente mueven el entorno social, del cual forma parte toda persona. Un individuo entra a una compañía, esperando que sus satisfacciones personales sean mayores a sus esfuerzos.

Interacción (Individuo y Organización)
La principal función de la organización, es capacitar al individuo para poner lo aprendido en práctica, como herramienta básica en el desarrollo del trabajo y conocimiento del mismo, tomando en cuenta que es el origen del saber lo que cambia rápidamente, ya que las prácticas de hoy, poco a poco van perdiendo parte de su utilidad. Las empresas requieren de muchos individuos para que las dirijan y controlen, para que funcionen y sean productivas. No puede haber una organización sin personas, de las que obviamente depende para el logro de sus objetivos y continuidad; asimismo sin las organizaciones ni personas, no existiría la Administración de Recursos Humanos (ARH).

Para rebasar sus restricciones individuales, las personas se asocian y forman organizaciones, con el fin de alcanzar objetivos comunes. Las organizaciones al desarrollarse y tener éxito, necesitan un mayor número de personas para la ejecución de sus actividades; al ingresar a las corporaciones, dichos individuos pretenden finalidades individuales distintas a las de aquellas. Esto hace que progresivamente, los propósitos de las empresas se distancien de los objetivos particulares de los integrantes; por lo tanto, es apreciable que los individuos y las organizaciones tienen objetivos diferentes por alcanzar.

Las compañías reclutan y escogen su recurso humano, para obtener con ellos, los fines organizacionales como: producción, rendimiento, reducción de costos, etc. Los individuos una vez elegidos y ubicados, exhiben objetivos propios por los cuales trabajan y se valen de la organización para conseguirlos. En este aspecto, la relación entre los individuos y la organización, no siempre es de cooperación ni agradable, motivado a que los objetivos organizacionales y los individuales no exactamente son compatibles. La interacción entre individuos y organizaciones, es algo complejo y mecánico que puede ser enfocado desde varios puntos de vista, toda persona amerita ser eficiente para satisfacer sus necesidades individuales, a través de su participación en la organización, pero también debe ser eficaz para lograr los objetivos organizacionales por medio de su implicación en la empresa.

De acuerdo a este criterio, ser sólo eficiente no es de mucha utilidad, ya que al luchar particularmente por sus intereses, el individuo será valorado de manera negativa por la organización; al contrario de aquél individuo que principalmente es eficaz y que genera resultados positivos para la compañía, a costa de sus intereses personales, sacrificando a la familia y los compromisos sociales, Es obligatorio ser eficaz para suministrar resultados a la organización y eficiente para evolucionar en la vida. La relación de las necesidades de la organización y el individuo es inmensa, pues tanto la vida como los anhelos de ambos están subjetivamente unidos y entrelazados.

La interacción psicológica entre el trabajador y la organización es básicamente un proceso recíproco:
la organización efectúa ciertas cosas por el trabajador, lo remunera, le da estabilidad y estatus


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