Jengibre



El jengibre, es una planta de tallos gruesos que se encuentran en la superficie del suelo, considerada como una especie medicinal y culinaria, es originaria de China, India, Roma y Grecia; perteneciente al grupo de las zinguiberáceas ya que posee valores etnobotánicos y ornamentales, que se caracterizan por ser aromáticas ya que poseen aceites y elementos fenilpropanoides mediante los cuales se sintetizan algunos aminoácidos.

Jengibre
Su presentación puede ser en polvo cuando pasa por el proceso de trituración de la raíz, cristalizado oxidándose al aire libre y cubriéndolo de azúcar, encurtido picado en lonjas finas para luego ser sumergido en vinagre siendo generalmente un excelente acompañante del sushi o simplemente en tallos enteros frescos y deshidratados. Esta planta ayuda en la absorción de nutrientes, contribuye en la digestión por lo cual es un excelente tratamiento para el estreñimiento, las dolencias estomacales e inflamación del estómago.

Su utilización medicinal es más amplia que la culinaria, por lo cual suele ser una planta muy famosa para tratamientos médicos. En cuanto al empleo en el área gastronómica, puede encontrarse en la preparación de salsas, postres y algunas sopas. En la antigua Grecia, era un ingrediente importante en la elaboración de panes y en cantinas inglesas era utilizado como una gaseosa o se colocaba en polvo dentro de un recipiente para luego ser vertido en algunas bebidas alcohólicas.

Es un producto de fácil acceso, considerado un gran medicamento natural para algunas enfermedades, entre las cuales se encuentran:

  1. Tratamiento para resfriados o gripes: es una planta de tipo diaforética, es decir, tiene la capacidad de elevar la temperatura del cuerpo, por lo cual es recomendable utilizarlo cuando está iniciando un resfriado o simplemente para regular temperaturas frías en el organismo. Gracias a sus características expectorantes puede reducir los síntomas de la gripe, la fiebre y la sudoración exorbitante; además provee funciones que poseen los antibióticos.
  2. Trastornos estomacales: cuando se toma en ayuna, funciona como un excelente digestivo para digerir las comidas ingeridas durante el resto del día, ya que activa los jugos gastrointestinales; además es excelente para reducir las flatulencias pero para esto lo recomendable es masticarlo durante cinco minutos aproximadamente.
  3. Beneficia la circulación sanguínea: mejora problemas del corazón, gracias a que sus propiedades ofrecen características que evitan la acumulación de elementos grasosos en el hígado con lo cual se controla el colesterol malo presente en el organismo. Otorga zinc y magnesio al cuerpo a través de los cuales se perfecciona la circulación de la sangre, además reduce los dolores e inflamaciones articulares.
  4. Fortalece el sistema inmune: mantiene las defensas altas, gracias a ello se protege al organismo de infecciones. Por otra parte ayuda en la prevención de posibles derrames cerebrales.
  5. Es anticancerígeno: se demostró científicamente que esta planta tiene elementos en sus raíces que actúan como regulador en el crecimiento y desarrollo de células cancerosas, específicamente en la próstata, ovarios y el colon.
  6. Ayuda en la absorción de nutrientes: esto es posible, gracias a que activa la función de las enzimas del páncreas, así como la secreción de los líquidos estomacales. Es un excelente estimulante para el apetito.
  7. Previene el avejentamiento prematuro de la piel: por ser un tubérculo antioxidante rico en minerales y vitaminas tales como B y C, además otorga calcio, cromo, fósforo entre otros elementos necesarios para el funcionamiento del organismo.
  8. Hiperémesis Gravídica: enfermedad que causa náuseas, mareos y vómitos agudos. El jengibre es un gran regulador de esta afección, incluso es recomendado para el control de estos síntomas presentes durante el embarazo.

Cabe resaltar que posee propiedades de oxalato, por lo cual no es recomendable su utilización excesiva en casos de enfermedades renales, lo recomendable siempre es acudir al médico antes de emplearlo y si se va a utilizar como planta medicinal, debe estar fresco y carecer de mohos o señales de descomposición, pudiendo ser conservado con su piel durante tres semanas máximo si se encuentra bien refrigerado; de no poseer concha, debe ser guardado en un recipiente totalmente cerrado, lozano, deshumedecido y con poca iluminación.


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