Misantropía



La misantropía (del griego μίσω (miso): «yo odio», y άνθρωπος (anthropos): «hombre, ser humano») es una actitud social y psicológica caracterizada por la aversión general hacia el género humano. Su antónimo es la filantropía: amor al ente humano.

Misantropía
No implica necesariamente desagrado por personas concretas, sino animadversión por los rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que muestra antipatía por los seres humanos y la humanidad como entes. Puede ser ligera o marcada, así como de características muy diferentes: desde lo inofensivo, la critica social, hasta la destrucción o la autodestrucción.

Misantropía y Filosofía

Quizás sea en la filosofía donde se observa el odio más primitivo hacia el ente humano. Desde siempre, los filósofos han considerado al «hombre» como el mayor de los peligros.

Pero no es sólo cuestión de preservarse del hombre, sino que hay un placer filosófico por la ruina de las existencias entregadas a lo sensible y a lo pasional. Se habla de placer, no propiamente de apatía hacia el hombre, pues hay una dicha que surge de la desgracia ajena que, según Kant, significa la aparición de la misantropía en todo su horror.

No se trata sólo de estar a salvo de la impunidad, sino que, con regocijo, el filósofo observa el espectáculo de ver al resto de los hombres cubiertos por ella.

Por otra parte, el filósofo alemán Arthur Schopenhauer era casi tan ciertamente misántropo como indica su reputación. Escribió: «La existencia humana debe ser una especie de error».

Sin embargo, la misantropía no equivale necesariamente a actitud inhumana hacia la humanidad. De hecho, Schopenhauer concluyó que: «El trato ético hacia los otros era la mejor actitud, pues todos somos sufridores y parte de la misma voluntad de vivir.»

También analizó el suicidio desde una actitud comprensiva que resultaba extraña para su tiempo, cuando era un tema tabú.

Por otro lado, sin poderse considerar adopción de una postura propiamente misantrópica, resulta interesante observar la posición adoptada por el filósofo español José Ortega y Gasset con respecto a la materia tratada. En el prólogo para franceses de su célebre obra intitulada La rebelión de las masas, abiertamente declara:

“Que no me he dirigido jamás a la humanidad. Esta costumbre de hablar a la humanidad, que es la forma más sublime y, por lo tanto, más despreciable de la democracia, fue adoptada hacia 1750 por intelectuales descarriados, ignorantes de sus propios límites, y que siendo, por su oficio, los hombres del decir, del logos, han usado de él sin respeto ni precauciones, sin darse cuenta de que la palabra es un sacramento de muy delicada administración”
.

Misantropía y Política

Se ha reflexionado acerca de la idea que origina el sentimiento misantrópico: ¿Se trata de odio hacia «la Humanidad» como ente abstracto o hacia los hombres concretos de carne y hueso? El término humanidad excede enormemente a «los hombres»: abarca la idea de algo que se extiende en el tiempo, de un legado y de un proyecto. Entonces, en el ámbito político, la misantropía no se expresa en odio genérico hacia la humanidad, sino en desprecio hacia lo que hace el ser humano cuando detenta el poder o cuando carece de él.

Desde Platón hasta Séneca tenían esta visión del ente humano, condición de la cual sólo era posible sustraerse por medio de la Filosofía.

Tito Livio Sostenía

La plebe o sirve con humanidad o domina con soberbia.
Ya en la Modernidad, según la tradición escéptica, al mundo se le considera «hospital de locos», poblado de existencias insensatas e incurables.

Misantropía Patológica

En casos extremos, la misantropía ha conducido a asesinatos masivos. Carl Panzram, asesino de más de 20 personas, en 1922, desde la cárcel de Washington DC expresó: «Odio a toda la raza humana. Disfruto matando y violando gente».
Otro ejemplo: los asesinos que en 1999 realizaron tiroteos en el Instituto Columbine, mataron a 13 personas y se suicidaron. En sus diarios mencionaban su odio a la especie humana.

La Misantropía como Protociencia

Algunos han considerado elevar la misantropía a una protociencia de la misantropología. En 1992 la ensayista estadounidense Florence King, autoproclamada misántropa, escribió un libro de humor, titulado With Charity Towards None: A Fond Look at Misanthropy («Por caridad hacia nadie: una entrañable mirada hacia la misantropía»), acerca de la historia de un misántropo.


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