El agua se ha convertido en un símbolo universal de vida. Sin agua, es difícil imaginar un ecosistema o algún tipo de vida, por muy infinitesimal que parezca. Afortunadamente, la superficie de nuestro planeta alcanza la exorbitante cifra de 510.072.000 kilómetros cuadrados, de los cuales, alrededor del 70% está cubierta por agua ( unos 357.050.400 kilómetros cuadrados), gran parte correspondiente a los océanos, con lo que cerca del 96,5% del agua total que existe se encuentra precisamente en dichas masas de agua. Existe una ciencia que estudia este sistema tan complejo como fascinante, y acá, descubrirás qué es la oceanografía.
Qué es Oceanografía
Se entiende por oceanografía a la ciencia pluridisciplinaria que se combina a su vez de otras ciencias, para el estudio completo y amplio de las características, comportamiento, composición, variabilidad, procesos, fenómenos y factores que influyen en los mares y océanos.
El concepto de oceanografía se sustenta de otras ciencias: física, geología, química, biología y geografía, apoyándose a su vez del sensoramiento o teledetección remota – monitoreo de un fenómeno u objeto, mediante instrumentos de escaneo en tiempo real inalámbricos – y otras ciencias que la complementan.
La definición de oceanografía abarca de igual manera, la interacción de las grandes masas de agua con las placas continentales y cómo influye la atmósfera en ellas y viceversa. Sin embargo, para poder entender mejor qué significa la oceanografía, se deben conocer las sub ramas que la conforman.
Historia de la Oceanografía
Esta ciencia tiene sus inicios en la antigua Grecia, cuando el filósofo y científico Aristóteles, comenzó a observar la relación que tenían la atmósfera y los océanos, por el intercambio de agua entre ellos; a pesar de la lluvia caer torrencialmente, los ríos correr hacia los mares, el nivel de los océanos permanecía igual, ya que el Sol evapora el agua, se condensa en nubes que retornaban como lluvia, con lo que se formaba un ciclo de intercambio hídrico. Además, describió al menos 180 especies marinas, producto de sus observaciones, en registró comportamientos de diversas especies, ciclos, entre otras dinámicas.
Un documento reseña que Alejandro el Grande, rey de Macedonia y discípulo de Aristóteles, se sumergió en una barrica con paredes de cristal para estudiar los animales que su mentor había descrito, siendo este el primer registro sobre observaciones marinas dentro del agua.
Más adelante en el siglo XVII, el físico inglés Isaac Newton, en 1687, realizó los primeros estudios oceanográficos, explicando la actual teoría de las mareas, detallando que las mismas son el resultado de las fuerzas de atracciones gravitacionales de masas astronómicas existentes entre el Sol, la Tierra y la Luna.
Por otra parte, el astrónomo, físico y matemático francés Pierre-Simon Laplace en 1786, realizó un análisis teórico en el que dictaminó con un cálculo, que fundamentó la idea que el movimiento de la luna aceleraría de acuerdo a cambios perturbacionales (alteraciones de la órbita de un cuerpo celeste a causa de la atracción gravitatoria producida por la proximidad de otro objeto) en el porcentaje de desvío de la órbita circular perfecta (excentricidad) de la Tierra alrededor del Sol. Este cálculo no fue exacto, y fue corregido posteriormente por el matemático y astrónomo inglés John Couch Adams, pero el cálculo de Laplace fue uno de los aportes más importantes para la rama y establecer un claro concepto de oceanografía.
Hacia finales del siglo XVIII, los navegantes ingleses George Vancouver y James Cook, realizaron diversas observaciones científicas durante sus viajes, y en el siglo XIX, comienzan a tomar presencia las diversas ramas de la oceanografía, entre las cuales se pueden destacar la oceanografía biológica y la oceanografía física. Charles Darwin, Benjamin Franklin y Louis Antoine de Bougainville, aportaron a la definición de oceanografía, como la formación de los atolones (islas oceánicas de coral en forma de anillo) y corrientes marinas.
En el siglo XX, tuvo notable presencia durante varios de los acontecimientos más relevantes de la época. Tal es el caso de la Segunda Guerra Mundial, pues la aplicación de esta ciencia tuvo gran utilidad en la planificación y estrategia en la movilización de las flotillas y descensos de las naves, por lo que se desarrollaron estudios, como por ejemplo, sobre los oleajes, la transmisión del sonido en el agua y la conformación de las costas.
En 1957 se celebró el Año Geofísico Internacional, por lo que se impulsaron los estudios oceanográficos, logrando la contribución internacional, y 3 años más tarde, en 1960, Suiza y Estados Unidos realizaron una expedición con la que alcanzaron 10.916 metros de profundidad en la fosa de Las Marianas, el punto más bajo de la Tierra.
Simultáneamente, es creada la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) como órgano de las Naciones Unidas a través de la UNESCO. Dicha comisión se encarga de desarrollar tecnología respecto a qué estudia la oceanografía, impulsando la ciencia, tecnología e investigación en el área, y cuenta con un equipo de expertos que estudian los océanos mundialmente.
Quien tuvo un papel importante en el desarrollo y divulgación de la oceanografía, fue el comandante Jacques-Yves Cousteau. A bordo del buque Calypso, realizó grandes expediciones oceanográficas que inspiraron documentales sobre la vida del comandante, cuyos viajes fueron claves para entender qué significa la oceanografía.
Ramas de la oceanografía
No podemos entender lo que es la oceanografía, sin antes conocer las ramas principales en las que en la actualidad se divide: física, química, biológica y geológica.
Oceanografía física
La oceanografía física engloba el conocimiento y predicción de los procesos físicos que se suscitan en el mar. Estos pueden ser: el oleaje; las mareas; las corrientes; la transmisión y absorción de energías luminosa, acústica y calórica, entre otros. Se encarga asimismo de analizar cómo es la relación entre el océano y la atmósfera y cómo influye en el clima.
Esta división toma base la dinámica de fluidos geofísicos. El agua del océano es un fluido que tiene temperatura, densidad y salinidad, y alguna variación en cualquiera de estos elementos, va a modificar el comportamiento vertical u horizontal del movimiento de agua. Los movimientos dentro del agua (corrientes, mareas), son resultado del equilibrio de fuerzas de gravedad, de roce y en las que influye la atmósfera.
Esta subdivisión se clasifica en descriptiva, que describe la distribución y características del agua en los océanos; la dinámica, que estudia el movimiento del agua y qué lo ocasiona; y la metereológica, que tiene que ver con la interacción atmósfera-océano.
El marino y oceanógrafo Matthew Fontaine Maury (1806-1873), fue considerado como el padre de la oceanografía física, ya que observó los patrones de los vientos y se encomendó a recopilar información que no aparecía en los textos sobre mareas y corrientes marinas. Pudo percatarse de errores y desaciertos en cartas y cuadernos de navegación con data de cien años, por lo que dedicó parte importante de su vida a corregir las inexactitudes y completar la data faltante.
Estudios recientes en esta división de la oceanografía, han apuntado a que el cambio climático ha tenido importantes efectos sobre la dinámica del océano, como el caso de la corriente del Atlántico. Las masas de agua caliente son más ligeras y se mantienen en la superficie, mientras que las masas frías se mantienen en el fondo. En la corriente del Atlántico, el agua caliente se desplaza hacia el norte y en esa medida, se enfría, va al fondo y retorna al sur. Sin embargo, de acuerdo a la revista Nature (556, 2018), este proceso se ha ralentizado debido al deshielo, ya que hay mayor presencia de agua dulce, por lo que se ve afectada la salinidad y densidad de las masas. Se conoce que el flujo de corrientes es responsable de la distribución de nutrientes, así como de la regulación de la temperatura del planeta, por lo que este descubrimiento sería un tema alarmante para la población mundial.
Oceanografía química
La oceanografía química estudia la composición del agua de mar, los sedimentos marinos, los ciclos químicos y las interacciones con la atmósfera. De igual forma, se encarga de determinar cómo la composición química del agua afecta los procesos físicos, geológicos y biológicos de los océanos.
Se ha descubierto que como resultado del incremento del CO2 en la atmósfera por el elevado consumo de combustibles fósiles, se ha disminuido el ph en los océanos, por lo que el agua de mar se ha acidificado, trayendo como consecuencia la amenaza a la supervivencia de un número importante de especies marinas.
La oceanografía química de igual forma observa cómo influye el hombre y sus actividades en la alteración en la composición del agua de mar.
Oceanografía biológica
La oceanografía biológica se encarga de estudiar los ecosistemas dentro de los océanos y su relación con el medio ambiente. También se encarga de clasificar a los organismos vivos en el océano, sus ambientes, morfología y fisiología.
A su vez, la oceanografía biológica se clasifica en pelágica, que es la que estudia los procesos de ecosistemas en aguas abiertas del océano, lejos de la costa y de la plataforma continental</b>; nerítica, que estudia los organismos vivos que se encuentran dentro de la plataforma continental, cerca de la costa; bentónica, que es la que estudia los procesos biológicos sobre la superficie del fondo marino; y demersal, que estudia los ecosistemas dentro del fondo marino en las zonas litorales y dentro de la plataforma continental, teniendo como profundidad máxima 500 metros.
Oceanografía geológica
La oceanografía geológica se encarga de estudiar el sustrato oceánico, las capas por debajo del mismo, su dinámica y cómo afecta el fondo marino y las costas. Además, estudia los procesos geológicos, la geomorfología y dinámica de las costas (procesos costeros) y la sedimentación, erosión, crecimiento de playas y costas (sedimentología marina).
Esta división estudia la composición de los minerales, actividad volcánica en el lecho marino, la subducción (cuando una placa oceánica se hunde bajo otra), con lo cual se han podido comprobar teorías sobre la deriva continental. Es a través de la oceanografía geológica que se ha podido estudiar y ejecutar la extracción de yacimientos, como de petróleo y gas natural.
Cómo estudiar Oceanografía
Para quien todavía no decide qué carrera seguir, ya está a punto de elegir y este artículo le capturó la atención, acá se mencionan las principales opciones para estudiar oceanografía en Argentina.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) en la capital del país, ofrece la carrera, con la obtención del título de Licenciado en Ciencias Oceanográficas, cuya duración es de 6 años de estudios en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Para mayor información, los datos de contacto de esta casa de estudios son: [email protected], (011) 45763300, o ingresar al sitio web de la facultad www.exactas.uba.ar o a la del alma máter www.uba.ar.
De igual forma, la Universidad Nacional del Sur (UNS), en Bahía Blanca, ofrece el título de Licenciado en Oceanografía, con una duración de 5 años de estudios, previo a los cuales se debe asistir a un curso de ingreso o nivelación. En esta casa de estudios, la carrera se encuentra bajo la cobertura del Departamento de Geografía y Turismo. Los datos de contacto de esta institución para quienes se encuentren interesados en estudiar oceanografía son: [email protected], (0291) 4595144, o bien ingresando a la web www.uns.edu.ar.