Se denomina pensamiento, al proceso a través del cual, un individuo esboza ideas y las vincula para conformar un todo con lógica. Es la capacidad que tienen los individuos de formar imágenes o figuras de la realidad en su mente, conectando unas con otras. Este proceso se intensifica con el paso del tiempo, en los niños pequeños se presenta como un reflejo; dicha actividad es una creación de la mente que proviene de todo lo que es percibido con efectividad, mediante la inteligencia.
La terminología es a menudo utilizada como una forma común que describe a todos los productos que la mente puede elaborar, con la debida inclusión de los procesos racionales del intelecto y los ideales de la imaginación. Todo aquello que sea de origen mental, es considerado un pensamiento, bien sea inexacto, racional, inventivo, coherente, imaginario, artístico, etc. Se toma también como pensamiento a la organización del trabajo creativo de varios individuos con una visión unificada en el ámbito de una organización.
El pensamiento supone una función general del procedimiento cognitivo, con la participación determinante de la memoria, atención, recursos de comprensión, aprendizaje, etc. Es una destreza interna o intersubjetiva que posee una serie de características exclusivas, las cuales lo diferencian de otros procesos, como por ejemplo, no requiere de la presencia de las cosas para que éstas existan, pero lo más interesante es que se encarga de solucionar problemas y deducir; además cuenta con la capacidad de desarrollar distintos tipos de operaciones mentales concretas como: calcular, memorizar, evocar recuerdos o decidir.
Desde algunos enfoques, el pensamiento puede asumirse como otra forma de referir al intelecto, aunque también suele considerarse como una agilidad de la mente que crea reciprocidades entre nociones e ideas, indistintamente de su pertinencia. De acuerdo a este criterio, las representaciones del pensamiento no tienen particularmente una relación con la revelación de la verdad y tendrían sólo un nexo apartado con este tipo de probabilidad.
Hace aproximadamente más de medio siglo atrás, se pensaba que únicamente se utilizaba un tipo de pensamiento, el racional/lógico y se valoraba mediante datos y demostraciones psicométricas provenientes del campo de la medicina. En tal sentido, su evaluación se realizaba con el empleo de pruebas exigentes o duras, no obstante de forma intuitiva el ser humano comenzó a descubrir que hay personas con capacidades diferentes pero, inicialmente fueron excluidas, lo cual corresponde a una corriente de pensamiento muy característica de la edad moderna.
El pensamiento, se distingue porque funciona mediante impresiones y porque siempre reacciona a una motivación, que puede surgir en cualquier entorno ordinario, social o cultural. El proceso del pensamiento básicamente sigue una determinada dirección, con el fin de encontrar una explicación o la solución de un problema, se proyecta coherente y coordinado, en cada uno de sus diversos aspectos, factores y etapas.
Las partes más relevantes del pensamiento son las concepciones e imágenes:
- Concepciones: son las categorías mentales que organizan a personas, cosas o sucesos precisos con atributos comunes. También le otorgan un significado a las experiencias, durante este proceso algunas de las nociones se modifican para adaptarlas al mundo circundante.
- Imágenes: no solo se pueden visualizar figuras que llevan al ser humano a pensar en ellas, también se manipulan las ideas mentales.
Cabe mencionar que, los pensamientos no existen como pautas intelectuales “simples”, porque forman parte de otros procesos mentales que tienen mucho que ver con las emociones, estos además surgen para regular una fracción del cerebro llamado sistema límbico. Esto último significa que los pensamientos no son indiferentes a los sentimientos y las emociones. Clases de Pensamiento: deductivo, inductivo, analítico, racional-probable, imaginativo, creativo, intuitivo o concreto, abstracto, suave, duro, divergente, convergente y mágico.
