Plomo



Es un metal gris-azulado muy conocido, que es hallado en su forma natural en pequeñas cantidades en varias zonas de la corteza terrestre. Se encuentra extensamente distribuido en el ambiente, también es un elemento químico de la tabla periódica que tiene la capacidad de constituir gran cantidad de sales y óxidos. Es metálico, pesado, flexible, blando y se funde con gran facilidad. El símbolo con el cual se le representa e identifica es Pb, entre tanto su número atómico es el 82.

Plomo
El plomo (del latín plumbum), surge de actividades mineras, de la producción industrial y de las combustiones fósiles, tiene muchos usos diferentes. Se utiliza en la elaboración de baterías, municiones, de elementos metálicos, en soldaduras y cañerías, en láminas que protegen contra los rayos X. En ocasión de propuestas sobre salud pública, el nivel de plomo en pinturas y cerámicas, asimismo en materiales para soldar se ha disminuido significativamente en los últimos años. El empleo del plomo como sustancia aditiva para la gasolina fue prohibida desde 1996.

El plomo es un metal que al ser ingerido o inhalado, es muy tóxico y perjudicial. Se establece en el torrente sanguíneo, desde donde se acumulará a nivel de los tejidos blandos. Una intoxicación por plomo produce el llamado saturnismo y diversos síntomas como desórdenes digestivos, anemia, deficiencia renal, encefalopatías, esterilidad e impotencia. Su nivel en sangre se puede calcular mediante la plombemia. Al ser extremadamente contaminante, perjudicial y tóxico, puede ocasionar importantes daños al ecosistema y a la salud de las personas que se contaminan.

Como se mencionó anteriormente, entre las patología y desórdenes que produce el plomo una vez incubado en el organismo, sobresale el desarrollo de la anemia, debido a que su existencia en la sangre, rápidamente bloquea la producción de hemoglobina y la correcta transmisión de oxígeno tanto hacia la sangre como hacia los órganos. Otros efectos graves derivados de la presencia del plomo en el organismo, es la hipertensión arterial y deterioros neurológicos definitivos una vez que el metal entra al cerebro. El diagnóstico más eficaz para determinar la contaminación con este elemento químico, lo proporciona la espectrofotometría.
Entre las los agentes contaminantes que facilitan la intoxicación con plomo, se señalan algunos esmaltes, las radiaciones tóxicas de empresas o vehículos, las cañerías hechas con soldaduras de plomo y los enlatados que han sido sellados con plomo para su conservación.

Debido a su elevada maleabilidad molecular, inicialmente el químico ruso Dmitri Ivánovich Mendeléiev no lo introdujo en la tabla periódica creada por él. De cualquier modo, su flexibilidad guarda una estrecha relación con la temperatura ambiental, por ser la encargada de aumentar o de expandir sus átomos. Entre sus usos más conocidos se encuentran los siguientes: la elaboración de acumuladores o condensadores, la fabricación de recubrimientos, tuberías, esmaltes, antidetonantes de gasolina, etc.

En otro sentido, también se utiliza la palabra “plomo” para nombrar algunos artículos fabricados a través de este material químico. El plomo a pesar de ser blando, flexible y aun así seguir ubicándose entre los metales pesados, puede fundirse a bajas temperaturas. Entre otras clases de usos en los cuales se emplea el plomo, se halla la fabricación de canalizaciones y blindajes, además de diversas aplicaciones de empresas armamentistas y químicas.

Existen varias clases de plomo y entre ellos está el llamado plomo corto, que es aquel que se fusiona con el arsénico, de donde se obtiene un producto que se utiliza en lo que es la fabricación de perdigones. Igualmente se menciona el denominado plomo rico, que cuenta con unos sobresalientes niveles de plata y también el plomo pobre, que presenta unos índices muy bajos de la misma.