Se entiende por prospección de química o geoquímica, al estudio y procesamiento de muestras sedimentarias que se recolectan en aguas como arroyos o suelos y también en las plantas, que pueden contener elementos químicos relacionados con una determinada clase de mineral orgánico. Su principio de investigación se basa en que las sustancias químicas que componen la corteza terrestre poseen una división general determinada y aunque puede ser diferente en cada región, se caracteriza por presentar una serie de valores que pueden ser definidos mediante el sistema de distribución unimodal log-normal.
No obstante, cuando se evidencia la concentración irregular de un determinado elemento químico en el área que puede estar vinculada a la existencia de un yacimiento mineral, la división se modifica originando básicamente una división bimodal que facilita la diferenciación de las agrupaciones regulares existentes dentro del proceso de mineralización y las irregulares que se encuentran encima de la mineralización.
Podemos observar que, las diferentes facetas que presenta este método químico, geoquímico o biogeoquímico, se encargan de analizar datos recolectados en base a procedimientos sistemáticos para obtener un estudio ilustrativo de una zona específica con la intención de descubrir las poblaciones irregulares que puedan hallarse en el sitio y así diferenciarlas de otras posibles regiones anómalas que puedan resultar un indicador de la presencia de mineralizaciones.
Entre los temas de estudios en los que se emplea la prospección química o geoquímica está la descripción y seguimiento del avance de la
contaminación. Por varias décadas, las técnicas desarrolladas a través de procedimientos de prospección geoquímica se utilizaron exclusivamente para localizar yacimientos minerales. Actualmente, estos métodos se están utilizando para detectar la expansión de la contaminación producida por el trabajo minero vinculado a yacimientos minerales. En consecuencia, se ha descubierto que la actividad minera genera restos que se obtienen de cuatro puntos principales:
- Los vapores que expulsan las chimeneas de las fundiciones, cuyos elementos contaminantes caen al suelo, a corta o a larga distancia de su punto de origen.
- os escombros, que poseen sustancias que se suponen “no dañinas” pero que en realidad contienen minerales que pueden ser altamente reactivos dependiendo de las condiciones ambientales, entre ellos están: los sulfuros de hierro, el cobre, el zinc, el plomo, el cobalto y el mercurio.
- Los depósitos de soluciones que muchas veces contienen líquidos perjudiciales como el cianuro, el ácido sulfúrico y materiales metálicos como el cobre o el hierro.
El buen desempeño de estos métodos de prospección depende esencialmente de: procesos estrictamente sensibles y precisos para identificar las concentraciones más pequeñas de los elementos químicos de mayor interés para el prospector y del tratamiento cuidadoso de las muestras. El muestreo se obtiene de:
- Agua de arroyos, de estanques, de pozos, de lagunas, de pantanos, etc y también mediante distintos sondeos.
- Los sedimentos encontrados, 3) las exploraciones que se realizan en la corteza o en pozos de poca profundidad.
- Las muestras de plantas que suelen quemarse antes de ser estudiadas.
Muestreo Sistemático de los Suelos (generalmente residuales)
Se desarrolla con el objeto de buscar algunas irregularidades normalmente ubicadas sobre el material mineralizado, debido a la facilidad y también porque la constitución del suelo superficial o residual puede depender del material mineralizado oculto. Se emplea para encontrar las irregularidades producidas por el traslado de minerales que se produce sobre un elemento mineralizado.
Muestreo de Plantas
Es altamente recomendable en situaciones que no permiten la realización del muestreo de suelos como por ejemplo, en las regiones cubiertas de nieve o en aquellas zonas donde las raíces de las plantas son muy profundas y traspasan la capa del material que se ha movido. Se dice que éste método es muy complejo y caro, que su complejidad se debe principalmente porque se aplica en la identificación y en el muestreo de un solo género de plantas y por el diverso contenido de metal que puede presentar la sustancia en estudio.
Muestreo de Rocas
Se aboca sustancialmente a la localización de irregularidades o anomalías de tipo corrosivas o difusas. Las corrosivas son fácilmente ubicables en las rocas de caja o encajantes y en suelos formados por residuos, los cuales arropan al elemento mineralizado. Las rocas encajantes son detectables por la anomalía de difusión que presentan y se localizan a través de perforaciones. Este estudio se basa en el análisis de una o varias de las sustancias contenidas en las muestras de rocas alteradas de una región específica, para analizar y determinar anomalías primarias.