La solidaridad es uno de los valores humanos fundamentales e importantes, es el acto mediante el cual, un sujeto ejecuta acciones para beneficiar a otro sin esperar nada a cambio. Es una forma de actuar que constituye la base de la sociedad humana, si se toma en cuenta que apoyándose unos a otros es que se sobrevive. Sin embargo, actualmente suele pasar desapercibida o no ocupa mucho espacio en nuestras vidas, debido a las obligaciones y temas a resolver que se tienen pendientes.
La solidaridad, es una cualidad del ser humano que complementa las posturas sociales de una persona, de manera tal que, cuando un individuo es solidario con los otros, mantiene un vínculo social en el espacio en el cual se desarrolla personalmente. La misma conduce al desarrollo sostenido de los pueblos, por ello, es básico que sea empleada en virtud de los beneficios que puede otorgar a una causa específica. Es de gran importancia ofrecerla, en especial cuando alguno los seres más preciados, bien sean amigos o familiares, tengan alguna dificultad en la que una ayuda, colaboración o compañía, sean de utilidad para mejorar en cierto forma la situación.
La solidaridad es tan importante que alimenta la raíz de necesidades humanas como la amistad, el compañerismo, la fidelidad, la dignidad. Permite al hombre sentirse unido emocionalmente a las personas a las cuales les brinda apoyo y por supuesto obtener un sentimiento mutuo. Es muy común el que sea ofrecida en tiempos de crisis, particularmente a esos países que están viviendo guerras, hambre, miseria, toques de queda, catástrofes naturales y cualquier situación extrema o de gravedad. Las naciones hermanas del mundo, se unen en una sola causa para defender, apoyar o brindar cualquier clase de ayuda (médica, alimentaria o armamento) para contribuir con la integridad de la localidad.
La solidaridad no es obligatoria, pero sí un compromiso moral que debe existir entre los que demuestran tener capacidad para ayudar a alguien en situación de peligro o necesidad máxima. Los especialistas consideran que la solidaridad es un excelente recurso para paliar situaciones difíciles, en las que el Estado demuestra su ausencia o no actúa como debe ser. Así, la comunidad solidaria ante el abandono de los gobiernos, muchas veces termina por ser efectiva. Sin embargo, se debe acotar que esto no es suficiente, ya que es obligación de los gobiernos y de quienes administran los recursos, proceder de forma correcta para prevenir las devastaciones o las situaciones negligentes y también para enfrentarlas cuando éstas se presentan.
La importancia de fomentar la solidaridad, también tiene una incidencia directa en el desarrollo social, por lo tanto cada ejemplo solidario, a través de actos desinteresados que puedan significar el beneficio para un tercero y que en el fondo suponen la satisfacción para aquel que lo realiza, son determinantes. Los ciudadanos también tienen la responsabilidad de exigir que el Estado cumpla con sus deberes, no exactamente de forma personal, sino cuando se sabe de personas desamparadas. Por otro lado, es a partir de la idea de solidaridad con los demás que han surgido las ONG (organizaciones no gubernamentales), que pretenden solidaria y generosamente solucionar esos problemas en los cuales, los órganos del gobierno se ausentan.
No es para nada extraño que la solidaridad actúe como el soporte de muchos valores humanos e incluso, de las relaciones sociales que se vuelven valiosas, tal como es el caso de la amistad. En este sentido, la solidaridad posibilita la unión con otras personas, en una relación que incluye emociones necesarias para preservar el correcto funcionamiento social. En palabras más generales, puede además permitirle al hombre, sentir que pertenece a un lugar específico, es decir, desarrollar sentimientos como el de pertenencia a cierto país, a partir del cual los ciudadanos de una misma región, luchan o trabajan unidos por un mismo ideal o para alcanzar la misma meta.