El viento solar, es un flujo originado por la irradiación de gas que crea partículas llenas de cargas eléctricas, compuestas por átomos de helio, electrones e hidrógeno, que nacen en la cúspide solar. Esta anormalidad se da mediante etapas controladas por los campos de magnetismo que emite el sol y es arrojada al espacio a través de un conjunto de mecanismos energéticos, en lugares que se encuentran cercanos al sistema solar.
El viaje que realizan las partículas a través del viento solar es bastante rápido, por lo cual se calcula que pueden ingresar a la tierra en periodos de tiempo que oscilan entre los tres a los cinco días. Se traslada en el universo como una onda de características dilatadas por lo cual puede tocar con facilidad el exterior de los planetas existentes, llevando con él una dosis elevada de la materia existente en su entorno.
El viento solar surge por el magnetismo que posee el sistema solar, el cual se encuentra en constante movimiento, debido a esta actividad frecuente, las ondas magnéticas emitidas en el interior del sol liberan una especie de burbuja también conocida como heliosfera, el cual contiene energía y materia que expulsa al espacio, pudiendo llegar más allá del último planeta que se encuentra dentro del universo.
Este fenómeno es considerado como un plasma, mediante el cual el sistema solar expulsa una gran cantidad de su materia, viaja en forma de espiral por el exterior sin mayor influencia del sol. En el caso de la tierra, gracias a que posee una protección magnética, el viento solar deja pocas secuelas en la superficie terrestre, visiblemente es notado mediante las auroras boreales, ocasionando daños únicamente en las zonas donde el campo magnético no ejerce mayor actividad, tal es el caso de los satélites que se encuentran en órbita fuera del planeta.
Por otra parte, puede generar tempestades magnéticas cuando tiene un impacto directo sobre el campo que protege a la tierra de este fenómeno, dando paso a las interferencias radiales. Los efectos que estas emisiones causan, suelen dañar con facilidad la atmósfera de aquellos planetas que se encuentran más cercanos al sol, por ejemplo la luna y Mercurio carecen de protección magnética.
Entre sus Ventajas Resaltantes están:
- La generación de energía necesaria para el consumo humano, el cual suele ser autónoma de las circunstancias ambientales.
- A través del empleo de una antena receptora y el uso de cable de cobre, muchas personas pueden obtener energía.
- Es una fuente de energía inagotable y renovable.
Desventajas:
- Debido a que afecta el trabajo de los satélites, es necesario realizar un estudio profundo que permita rediseñarlos para que puedan funcionar sin problemas.
- Deberá existir una mayor distancia en la ubicación entre la tierra y los satélites, por lo que el rayo infrarrojo que este emplea deberá viajar a más kilómetros de distancia, en este sentido, es necesario la obtención de un láser más focalizado.
- Sus beneficios pueden aprovecharse en un futuro a mediano plazo.
El origen de este fenómeno surgió en el año 1950, estudiado por primera vez por el astrofísico de origen americano Eugene Parker, quien en primer lugar indagó sobre la conducta de los cometas, quienes quebrantan las leyes de atracción gravitacional, por lo cual se aproximan en dirección contraria al sol.